«¡Buaaa! ¡Buaaa!», lloraba Alberto. Como era un niño extremadamente comunicativo, tanto el llanto como la risa se esparcían por toda la casa. Con tan...
«¡Talán, tolón! ¡Talán, tolón!», sonaban las campanas del convento. Las religiosas se dirigieron a la sala capitular, donde la Madre Luisa las esperaba para...
Era otoño, un sábado por la tarde. Los niños esperaban que comenzara la clase de catecismo, impartida por una buena religiosa. Pero, sorprendidos, ven...
«Teniente primero Louis Laforge, su obediencia, competencia y destreza en los entrenamientos y combates le han valido un ascenso. Tengo el honor de nombrarlo...