El motivo por el cual confiamos

Podemos preguntarnos por qué la Virgen es llamada Madre de la Divina Providencia. Los es, no por haber engendrado a la Providencia Divina, sino porque, según los designios del Altísimo, está destinada a aplicar maternalmente sus decretos. De ahí que el gobierno de Dios sobre nosotros se haga con una plenitud de cariño, de conmiseración, de afecto, que agota completamente todo cuanto el hombre pueda imaginar.

El hecho de que tengamos una Madre que dirija nuestra vida espiritual, nuestro apostolado, nuestras acciones diarias es, por lo tanto, el motivo superior por el cual confiamos.