Contracubierta

Admirable contemplación, penitencia restauradora

Después de arrepentirse, Santa María Magdalena empezó a representar claramente dos virtudes unidas: la contemplación y la penitencia. La contemplación por distinción con su hermana,...

Alegraos, oh almas que amáis a Jesús

Alegraos, pues, oh almas que amáis a Jesús. Ecce sponsus venit —«¡Que llega el Esposo!» (Mt 25, 6). Esposo de toda esta pía obra...

Severas consigo mismas, bondadosas con los demás

Estad muy atentas a las pequeñas cosas, a los pequeños defectos; no hagáis nunca las paces con ellos, y pidámosle a Dios que atormente...

Oración de una esposa y madre a la Santísima...

¡Oh, María!, Virgen purísima y sin mancha, casta esposa de San José, tiernísima madre de Jesús, perfecto modelo de las esposas y madres, llena...

El Cielo es de los violentos

Como que el Reino de los Cielos se gana haciéndonos violencia, y el que crea que puede santificarse sin padecer y sufrir se engaña,...

Transfigurada en el Calvario

«En su última enfermedad —afirma sor Fabruzzo—, sufría dolores atroces y angustias sin una sola queja y mantenía un semblante alegre y sereno. Decía...

Un mal universal

Mis queridísimas hijas en nuestro Señor. Habéis nacido precisamente para los tiempos en que vivimos; vuestra vocación es exactamente la lucha espiritual mediante...

La mayor predilección: estar crucificados con Él

Comprendo cuánto estará pasando, porque si tuviera siempre la alegría del sacrificio, no podría llamarse cruz lo que el Señor le envía; pero mire,...

Una muestra de amor

El amor de Gertrudis por el crucifijo era tierno y delicado. Al no poder su piedad soportar que Jesús estuviera suspendido de duros clavos...

Tierna y paternal solicitud por la perfección

La solicitud del P. Bertrán por los intereses temporales de su comunidad era tan sólo un reflejo de una solicitud mucho más tierna por...

Hablaba siempre por Dios y de Dios

Cuando subía al púlpito, la sola vista de su rostro angelical y austero cautivaba el auditorio, dominándolo de tal suerte, que todos permanecían...

Hermosa y llena de gloria, entra la Reina

He aquí que María deja ya la tierra; y acordándose de tantas gracias como allí recibió de su Señor, la mira con afecto y...