San Juan Evangelista fue uno de los primeros luchadores contra la herejía, que nacía en su tiempo, respecto de las relaciones entre las naturalezas humana y divina de Nuestro Señor Jesucristo. Así, el apóstol virgen, el apóstol del Corazón de Jesús, el apóstol que recibió a Nuestra Señora como madre, fue también el precursor de todos los luchadores por la fe hasta el fin del mundo.