¿Cómo conjugar la visión de un Jesús tan fuerte, tan incomparable, tan único, con la de un Jesús tan misericordioso y accesible a los más pequeños?
¿Cómo imaginar que en un niño recién nacido en Belén, cuya alma contiene todo el candor e inocencia imaginables y pensables, ya existía el héroe que sufriría de manera a impresionar a los hombres hasta el fin del mundo?
En Nuestro Señor esas y otras muchas perfecciones se armonizaban de forma inefable. Él es mucho mayor que el campo de nuestra visión.
Plinio Corrêa de Oliveira
En la foto destacada: Niño Jesús con los símbolos de la Pasión – Colección particular