San Lupo de Sens, obispo (†c. 623). Obispo de Sens, Francia, fue desterrado de su diócesis por haber afirmado que el pueblo debe obedecer más a Dios que a los gobernantes de esta tierra.
Beato Brocardo, religioso (†c. 1231). Prior de los eremitas del monte Carmelo, en Palestina, a quienes San Alberto, Patriarca de Jerusalén, le dio la primera Regla de la Orden Carmelita.
San Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia (†604 Roma). Santos Juan Pak Hu-jae y cinco compañeras, mártires (†1839). Degollados en Seúl, Corea, tras soportar crueles suplicios por ser cristianos.
Santa Rosalía, virgen (†s. XII). Abandonó aún muy joven la faustuosa vida de la corte y se fue a vivir como ermitaña al monte Pellegrino, cerca de Palermo, Italia.
San Bertino, abad (†c. 698). Fundó con San Mumolino en Saint-Omer, Francia, el monasterio de Sithieu, del cual fue abad durante cerca de cuarenta años.
XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Beato Bertrán de Garrigues, presbítero (†c. 1230). Discípulo de Santo Domingo, fue prior del convento de Toulouse y fundó monasterios de su Orden en París, Aviñón y Montpellier.
San Esteban de Chatillon, obispo (†1208). Monje cartujo elevado a obispo de Die, Francia. Gobernó santamente su diócesis sin abandonar la austeridad de la vida monacal.
La Natividad de la Bienaventurada Virgen María. San Pedro de Chavanon, presbítero (†c. 1080). Fundó en Pébrac, Francia, un monasterio de canónigos regulares.
San Pedro Claver, presbítero (†1654 Cartagena – Colombia). Beato Jorge Douglas, presbítero y mártir (†1587). Sacerdote escocés condenado a muerte en York, durante el reinado de Isabel I.
San Nicolás de Tolentino, presbítero (†1305). Religioso de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, predicó la reforma de las costumbres en Tolentino, Italia.
San Pafnucio, obispo (†s. IV). Obispo egipcio, torturado durante las persecuciones de Galerio Maximiano. Defendió la divinidad de Jesucristo contra el arrianismo, en el Concilio de Nicea.
El Dulce Nombre de María. Beata María Luisa Prosperi, abadesa (†1847). Religiosa benedictina de Trevi, Italia, a la cual el Señor le concedió dones místicos extraordinarios, pero sin ahorrarle largas y dolorosas pruebas.
XXIV Domingo del Tiempo Ordinario. San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia (†407 Comana – Turquía). Beata María de Jesús López de Rivas, virgen (†1640). Discípula de Santa Teresa de Ávila y priora del Carmelo de Toledo. Recibió tanto en el cuerpo como en el alma la comunicación de los dolores de la Pasión de Nuestro Señor.
La Exaltación de la Santa Cruz. Santa Notburga, virgen (†1313). Humilde empleada de hogar en la aldea de Eben, Austria, sirvió a Cristo en los pobres, dando a todos un admirable ejemplo de santidad.
Nuestra Señora de los Dolores. Beato Camilo Costanzo, presbítero y mártir (†1622). Jesuita italiano quemado vivo durante la persecución en Japón. Incluso en la hoguera, no cesó de predicar la fe en Cristo.
Santos Cornelio, Papa (†252 Civitavecchia), y Cipriano, obispo (†258 Cartago), mártires. San Martín de Hinojosa, obispo (†1213). Abad del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, España, fue ordenado obispo de Sigüenza, donde se esforzó por reformar el clero.
San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia (†1621 Roma). San Lamberto, obispo y mártir (†c. 705). Obispo de Maastricht, Bélgica, en un período de turbulencias políticas, fue exiliado y vivió siete años como simple monje.
Santa Ricarda de Andlau Abadía de Santa Ricarda, Andlau (Francia)
Santa Ricarda, emperatriz (†c. 895). Tras enviudar, ingresó en la abadía de Andlau, Alemania, donde pasó el resto de sus días en oración y obras de caridad.
San Jenaro, obispo y mártir (†s. IV Pozzuoli – Italia). San Teodoro, obispo (†690). Tenía casi 70 años cuando el Papa San Vitaliano lo nombró obispo de Canterbury, Inglaterra.
XXV Domingo del Tiempo Ordinario. Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires (†1839-1866 Corea). Beato Tomás Johnson, presbítero y mártir (†1537). Religioso de la Cartuja de Londres. Murió de hambre y enfermedad en la prisión donde fue arrojado a causa de su fidelidad a la Iglesia.
San Mateo, apóstol y evangelista. San Jonás, profeta. Enviado por Dios a predicar en Nínive. Su expulsión del vientre de una ballena, narrada en la Sagrada Escritura, prefigura la Resurrección del Señor.
Beato Vicente Sicluna Hernández, presbítero y mártir (†1936). Celoso sacerdote del municipio valenciano de Navarrés, que no quiso abandonar a los fieles durante las persecuciones de la guerra civil española.
San Pío de Pietrelcina, presbítero (†1968 San Giovanni Rotondo – Italia). San Lino, Papa y mártir (†s. I). Segundo Papa de la Historia. Conforme el relato de San Ireneo, fueron San Pedro y San Pablo quienes le confiaron el cuidado pastoral de la Iglesia. El Apóstol lo menciona en la segunda epístola a Timoteo (cf. 2 Tim 4, 21).
Nuestra Señora de la Merced. Beato Antonio Martín Slomsek, obispo (†1862). Educador, catequista y escritor, cuidó con empeño de las instituciones eclesiásticas y de la vida cristiana de las familias, trabajando por la unidad de la Iglesia en Eslovenia.
Beato Marcos Criado, presbítero y mártir (†1569). Religioso trinitario español, lapidado por los moriscos en la sierra de las Alpujarras, España.
Santos Cosme y Damián – Iglesia del Carmen, Corella (España)
Santos Cosme y Damián, mártires (†c. s. III Ciro – Siria). Beata Lucia de Caltagirone, virgen (†1400). Religiosa de la Tercera Orden Regular Franciscana, insigne por su fidelidad a la Regla y su devoción a las cinco llagas de Cristo.
XXVI Domingo del Tiempo Ordinario. San Vicente de Paúl, presbítero (†1660 París). Beato Juan Bautista Laborier du Vivier, diácono y mártir (†1794). Durante la Revolución francesa fue condenado a cruel cautividad, en Rochefort, donde murió de una grave enfermedad.
San Wenceslao, mártir (†929/935 Stara Boleslav – República Checa). San Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires (†1633-1637 Nagasaki – Japón). Beata Amalia Abad Casasempere, mártir (†1936). Madre de familia, conocida por su religiosidad, fue presa y asesinada por milicianos en Benillup, España.
Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. San Mauricio, abad (†1191). Por humildad, renunció al cargo de superior en el monasterio cisterciense de Langonnet, Francia. Poco después fue elegido abad de Carnoët.
San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia (†420 Belén – Palestina). San Simón, monje (†1082). Siendo conde de Crépy, Francia, renunció a la patria, al matrimonio y a las riquezas para llevar vida eremítica en el macizo del Jura.
