¡Cómo nos arrebata la belleza de María Inmaculada! Oh bella Mamá, por tu sorprendente virtud, embellece mi pobre alma.
Corazón amantísimo de Jesús, te ofrezco la belleza del Inmaculado Corazón de María a fin de obtener misericordia, pleno perdón de todos mis pecados. Amado Bien, cuánto deseo agradarte, y cómo me da pena verme tan mísera y vacía de méritos ante ti… Mira los méritos infinitos de María y no mires mi maldad, atráeme entera y totalmente a tu dulcísimo Corazón. María, ten piedad de tu hija que confía plenamente en ti y consígueme esta gracia especial.