Un alma no puede acercarse a mi Corazón sin alegrarse, porque soy un horno de gozo y de felicidad. Incluso en los momentos en que asocio más íntimamente un alma a mi Pasión y a mis sufrimientos, sé trocarle toda su amargura en dulzura.
Palabras de Nuestro Señor Jesucristo
a la Beata Dina Bélanger