Homenaje a la Virgen de Fátima
Por primera vez después del inicio de las restricciones impuestas por la pandemia, el 13 de mayo fue celebrado presencialmente por los fieles, en ceremonias realizadas en varias ciudades brasileñas, de distintos estados, como Caieiras, Campo Grande, Campos dos Goytacazes, Cariacica, Joinville, Maringá, Nova Friburgo, Piraquara, Ponta Grossa o San José dos Pinhais.
En España, hubo una misa solemne en la catedral de Nuestra Señora de la Almudena, de Madrid, presidida por el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo metropolitano. Otra celebración eucarística fue realizada en la localidad de Paiporta, Valencia.
El nuncio apostólico en Guatemala, Mons. Francisco Montecillo Padilla, presidió la santa misa en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, de la capital. En Nicaragua, las conmemoraciones tuvieron lugar en San Pedro de Lovago y en Juigalpa, en cuya catedral celebró Mons. Marcial Humberto Guzmán Saballo, obispo diocesano.
En Colombia, concurridas ceremonias se llevaron a cabo en la catedral primada del país, en Bogotá, así como en las ciudades de Medellín, Tocancipá y Yopal, donde más de 3500 fieles participaron en la consagración de las familias al Inmaculado Corazón de María realizada por el obispo diocesano, Mons. Edgar Aristizábal Quintero.
En Paraguay, las conmemoraciones tuvieron lugar en la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo, de Ypacaraí, presididas por Mons. Ricardo Jorge Valenzuela Ríos, obispo de Caacupé.
Por otra parte, en Mozambique, los Heraldos participaron en la peregrinación al santuario de Namaacha, animándola con sus músicas y llevando a la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima. El acto contó con la presencia de Mons. Franciso Chimoio, OFM Cap, arzobispo de Maputo, y congregó a unas 8000 personas.
También se realizaron ceremonias en honor de la Virgen de Fátima en Montevideo, Lima, Santo Domingo y Ciudad de México; en Montreal, Canadá; en Johannesburgo, Sudáfrica; en Quito, Cuenca, Guayaquil y Azogues, Ecuador. ◊