Salvadme Reina de Fátima
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Contraportada
¡Seréis abrazados como yo lo fui!
Llegará el día, y no está lejos, en que María abrazará a sus hijos fieles, como tuvo la bondad de abrazarme a mí. He...
Hijos afectuosos y confiados
Debemos ser para con la Santísima Virgen verdaderos hijos tomados de veneración, afecto y confianza.
Cuando una madre juega con su hijo pequeño quitándole una...
Señalados con la cruz
Poned los ojos en el Crucificado y haráseos todo poco. Si Su Majestad nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos, ¿cómo...
Alma compasiva y combativa
San Vicente de Paúl fue, al mismo tiempo, el santo de la combatividad y de la caridad.
Combatividad, en dos terrenos. Primero, el doctrinario, en...
Águila del pensamiento humano
El águila, en el momento en que está levantando el vuelo, es preciosa. Sin embargo, más hermoso aún es el pensamiento humano, cuando es...
Ser para Ella como Eliseo para Elías
Cuando María vive en alguien, no es Ella quien vive, sino que es Jesucristo el que vive en ese alguien. Y establecer límites a...
Pureza combativa y serena
La hagiografía y la iconografía católicas nos presentan a San Antonio de Padua como un varón de extrema placidez y de una ordenación de alma...
Santo, rey y héroe
Rey y arquetipo del batallador incansable, San Fernando de Castilla fue un extraordinario ejemplo del hombre fuerte y héroe, completado por antítesis armónicas: alma más...
Eje y modelo de todo afecto
El afecto de Dña. Lucilia para con los demás tenía como modelo al Sagrado Corazón de Jesús. Y el corolario de ese afecto era...
¡He ahí la solución!
¡Nuestro Señor me dio a su Madre como Madre mía! ¡He ahí la solución! Siento que, por ser yo tan ordinario, tan débil, tan...
La fecundidad del apostolado
San Benito instituyó una red de órdenes religiosas que difundieron la moralidad por toda Europa. En la base de todo ello se encuentra San...
«Ad te levavi oculos meos»
Inseguros, como todo el mundo, acerca del día de mañana, elevamos nuestros ojos en actitud de oración hasta el trono excelso de María, Reina...