Recepción del cuerpo
Numerosos hijos e hijas espirituales procedentes de distintas naciones, así como incontables fieles acudieron el día 1 de noviembre de 2024 a la basílica de Nuestra Señora del Rosario, de Caieiras (Brasil), para las solemnes exequias de Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP. Las ceremonias comenzaron con la recepción del cuerpo, que fue homenajeado con honras fúnebres en el patio contiguo a la iglesia, seguida de la aspersión del cuerpo de Mons. João con agua bendita, en memoria de su bautismo y de su participación en la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Misa y apertura de la vigilia exequial
Recordando que vivimos como peregrinos en esta tierra del exilio, y que la muerte es un paso hacia nuestra Patria definitiva, la Jerusalén celestial, el féretro ingresó procesionalmente en la basílica y fue depositado a la entrada del presbiterio. Junto a él permaneció el cirio pascual, signo de la victoria de Cristo sobre la muerte. Tras la solemne eucaristía concelebrada, comenzó la vigilia exequial.
Santa misa exequial
En medio de una afluencia constante de fieles, el 2 de noviembre se celebró la segunda misa exequial. Finalizada la solemne concelebración, le siguió el canto de las letanías ante el féretro por el eterno descanso de Mons. João. Inspiradas en la Sagrada Escritura, estas oraciones tienen como objetivo consolar a los fieles mediante la consideración de las alegrías eternas junto a Dios y a sus ángeles y santos.
Misa con el rito de la
última encomendación y despedida
La santa misa celebrada el día 3 de noviembre ponía fin a las ceremonias exequiales de Mons. João. Tras la solemne eucaristía, le siguió el rito de la última encomendación y despedida, en el que el cuerpo era aspergido con agua bendita e incensado una postrera vez, antes de partir al entierro. Se diría que todo había acabado. Para los que tienen fe, no obstante, en ese momento todo empezaba. Sí, la biografía de Mons. João no terminó con el fin de su vida terrena, pues la parte más activa de la existencia del hombre consiste en actuar y obrar en Dios, después de la muerte.
Fotos: Leandro Souza / Daniel Letelier / David Ayusso / Stephen Nami / Marcelo Vincenti / Maurício Reis / Xavier Jacob