Primero de noviembre de 2024. Nuestro fundador, Mons. João Scognamiglio Clá Dias, partía hacia la eternidad. Puede imaginarse el aluvión de emociones que invadieron el alma de sus hijos espirituales. La mirada de aquel que nos guio con determinación durante largos años y que, incluso después de su renuncia al gobierno ejecutivo de los heraldos, continuó ejerciendo su paternidad sobre cada uno, nos dejaba para siempre. La presencia física sería sustituida por una relación sobrenatural que, aunque más eficiente, exige a cada uno de nosotros la práctica de la virtud de la fe.
También para esta revista el fallecimiento de Mons. João ha supuesto un cambio sustancial. Uno de los principales contenidos de nuestras páginas, desde la primera edición, han sido los inolvidables comentarios al Evangelio escritos por él. Sin olvidar, por supuesto, sus directrices y consejos, que marcaron el rumbo seguido en este trabajo hasta la fecha.
Ante esta insustituible ausencia, nos pareció que había llegado el momento de una discreta pero profunda renovación de la revista que, conservando inalterados la esencia y los ideales que han guiado nuestro apostolado durante veintitrés años, hará aún más útil y accesible sus materias para los numerosos lectores que nos siguen mensualmente desde los más diversos rincones de la tierra.
Desafío en un mundo cada vez más conectado
El bombardeo de información al que estamos sometidos constantemente, con la omnipresencia de las redes sociales en nuestras vidas, exige escritos más dinámicos y actuales…, todo un reto para una revista mensual.
Naturalmente, las materias de la revista Heraldos del Evangelio no están sujetas a esta mutabilidad forzada por la velocidad de internet y la multiplicación de las pantallas. Sin embargo, aumentar la variedad y cantidad de su contenido, a menudo con artículos más breves que, cada mes, giren en torno a un eje temático relacionado con el tiempo litúrgico o con algún interés actual de la Iglesia, puede ser una forma de hacer que estas páginas sean más provechosas para nuestros lectores.
Secciones inéditas o reformuladas, para una revista más rica y dinámica
Empecemos precisamente por los comentarios al Evangelio, que ya no podrán contar con la ágil e inspirada pluma de Mons. João. A partir de ahora, en la sección «La liturgia dominical» se presentarán reseñas cortas — de una página solamente—, pero más numerosas, que abarcarán las lecturas de todos los domingos y días de precepto del mes en curso, escritas por distintos sacerdotes heraldos. Cuando fuere oportuno, en un recuadro llamado «Ejemplos que arrastran», algunos de estos comentarios se ilustrarán con hechos que plasmen en modelos vivos las enseñanzas evangélicas.
Y para que la presencia del fundador no falte, una nueva sección titulada «Tesoros de Mons. João» traerá en cada edición alguna maravilla del enorme legado de homilías, conferencias y escritos que dejó a sus hijos espirituales. Estas páginas completarán las ya existentes hace algunos años con materias del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, en la sección ahora denominada «Un profeta para nuestros días», y sobre su bondadosa madre, Dña. Lucilia.
También «La voz de los Papas» sufrirá una reformulación: ya no estará circunscrita al texto de un único pontífice, sino que nos ofrecerá una coherente visión de conjunto acerca de un mismo tema, abarcando para ello el magisterio papal de varios siglos.
En cada número se harán diversos vuelos de águila sobre la doctrina católica en breves reseñas, sea del Catecismo de la Iglesia Católica, en la sección «¿Qué dice el catecismo?», sea del luminoso patrimonio del Doctor Angélico, en la columna «Santo Tomás enseña».
A petición de nuestros lectores, el asunto más relevante de cada número, recogido en la sección «Tema del mes», será acrecentado frecuentemente con un artículo sobre la historia de la Iglesia y la civilización cristiana que arroje luz sobre nuestros días, en el espacio llamado «Historia, maestra de la vida», y complementado con la antigua sección de píldoras de cultura católica «¿Sabías…», la cual hizo las delicias de los lectores más curiosos.
Secciones obsoletas dan paso a nuevas ideas
Pareció oportuno que «Los santos de cada día» y las noticias de la sección «Sucedió en la Iglesia y en el mundo», que nos acompañan desde los primeros días de la revista, dieran paso a otros tópicos, considerando el fácil acceso que hoy tenemos a dicha información en un mundo hiperconectado.
A su vez, la sección «Escriben los lectores», que surgió en una época en la que el uso del correo electrónico aún no estaba tan extendido, ha sido sustituida por «Preguntan los lectores», que permitirá a todos mantener un contacto directo con el P. Ricardo José Basso, EP, para plantearle temas doctrinarios, morales o relacionados con los heraldos.
Finalmente, las últimas páginas internas, que siempre han estado dedicadas a la contemplación de algún esplendor de la creación o del arte católico, recibirán un nuevo enfoque. Manteniendo el objetivo de suscitar la admiración por las maravillas que eleven nuestras almas hacia Dios, buscarán también formar criterios, desde una óptica combativa de contraste entre el bien y el mal, la verdad y el error, la belleza y la fealdad, que nos auxilien a configurar eficazmente nuestro modo de pensar católico en la vida cotidiana. De ahí su nombre: «Tendencias y mentalidades».
Presentación rediseñada para una lectura más agradable
Acompañando estos cambios, la maquetación de la revista ha sufrido una renovación cuidadosamente estudiada, con el propósito de crear una agradable identidad visual con su edición digital, cada vez más dotada de penetración en el mundo virtual, además de una presentación más amena y variada en colores y estructura para los cientos de miles de lectores de la edición impresa. Además de los caracteres comunes a todas, cada sección tendrá su distintivo propio, lo que facilitará su identificación al recorrer sus páginas.
Esperamos, con la ayuda de la Santísima Virgen, que los cambios realizados estrechen aún más los fuertes lazos que nos unen a nuestros fieles lectores y hagan cada vez más de esta publicación mensual un instrumento para, por su intercesión, acercarlos a Jesucristo y a su santa Iglesia. ◊