Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (†1897 Lisieux – Francia). San Romano, diácono (†c. 555/565). Por su sublime pericia artística en componer himnos en alabanza a Dios y los santos recibió el apodo de «el Melodioso». Murió en Constantinopla, actual Estambul, Turquía.
Santos Ángeles Custodios. Santa Juana Emilia Villeneuve, virgen (†1854). Fundó en Castres, Francia, la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, conocida como «hermanas azules», por el color de su hábito.
San Dionisio Areopagita, convertido a Cristo al oír al apóstol San Pablo en el Areópago de Atenas, fue el primer obispo de esta ciudad.
XXVII Domingo del Tiempo Ordinario. San Francisco de Asís, religioso (†1226 Asís – Italia). Beato José Canet Giner, presbítero y mártir (†1936). Joven párroco de la archidiócesis de Valencia fusilado cuando tenía tan sólo 33 años cerca de Gandía, España.
Santa María Faustina Kowalska, virgen (†1938). Religiosa de las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María de la Misericordia, solícita en anunciar el misterio de la divina misericordia.
San Bruno – Parroquia de San Juan Bautista, Arucas (España)
San Bruno, presbítero y eremita (†1101 Serra San Bruno – Italia). Beatos Juan Hashimoto Tahyoe, su esposa, Tecla y compañeros, mártires (†1619). Matrimonio cruelmente martirizado en Kioto, Japón, junto con sus cinco hijos y cuarenta y cuatro cristianos más.
Nuestra Señora del Rosario. San Paladio, obispo (†c. 596). Erigió una basílica sobre la tumba de San Eutropio y fomentó el culto de los santos en la diócesis de Saintes, Francia.
Santa Pelagia, virgen y mártir (†c. 302). Joven cristiana martirizada a los 15 años. San Juan Crisóstomo la exalta con grandes alabanzas.
San Dionisio, obispo, y compañeros, mártires (†s. III París). San Juan Leonardi, presbítero (†1609 Roma). San Abrahán, patriarca. Atendiendo al llamamiento del Señor, abandonó la ciudad de Ur de los caldeos y marchó en busca de la tierra que Él prometió darle.
San Juan, presbítero (†1379). Prior del monasterio de los Canónigos Regulares de San Agustín, de Bridlington, Inglaterra, al cual dio gran florecimiento.
XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario. Santa María Soledad, virgen (†1887). Fundó en Madrid la Congregación de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.
Nuestra Señora del Pilar. San Félix IV, Papa (†530). Convirtió dos templos del Foro romano en la basílica dedicada a los Santos Cosme y Damián.
San Teófilo, obispo (†s. II). Fue el sexto en ocupar la sede episcopal de Antioquía, fundada por San Pedro.
San Calixto I, Papa y mártir (†c. 222 Roma). Beatos Estanislao Mysakowski y Francisco Roslaniec, presbíteros y mártires (†1942). Sacerdotes polacos ejecutados en Dachau, Alemania.
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (†1582 Alba de Tormes – España). Santa Magdalena de Nagasaki, virgen y mártir (†1634). Hija de mártires, se consagró a Dios como terciaria agustina. Fue colgada cabeza abajo en un pozo y resistió el suplicio durante trece días, invocando los nombres de Jesús y María.
Santa Edvigis – Antigua estampa francesa
Santa Eduvigis, religiosa (†1243 Trebnitz – Polonia). Santa Margarita María Alacoque, virgen (†1690 Paray-le-Monial – Francia). San Longinos. Soldado romano que con su lanza abrió el costado de Cristo crucificado. Según la tradición, la linfa que fluyó de ahí le curó una enfermedad ocular y lo convirtió.
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (†107 Roma). Beato Jacobo Burin, presbítero y mártir (†1794). Ejerció clandestinamente su ministerio pastoral durante la Revolución francesa. Fue fusilado cuando celebraba Misa en Laval.
XXIX Domingo del Tiempo Ordinario. San Lucas, evangelista. San Amable, presbítero (†s. V). Sacerdote de Riom, Francia, elogiado por San Gregorio de Tours por sus insignes virtudes y su don de milagros.
Santos Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros, mártires (†1642-1649 Ossernenon – Canadá). San Pablo de la Cruz, presbítero (†1775 Roma). Beata Inés de Jesús Galand, virgen (†1634). Priora del monasterio dominico de Langeac, Francia, ofreció a Cristo sus oraciones y sufrimientos para la buena formación de los sacerdotes.
San Vital, obispo (†c. 730). Originario de Irlanda, fue discípulo de San Ruperto y convirtió a la fe a la población de Pinzgau, Austria.
San Malco, monje (†s. IV). Monje de un convento de Maronia, cerca de Antioquía, en la actual Turquía, cuya vida fue narrada por San Jerónimo.
San Felipe, obispo y mártir (†303). Encarcelado, flagelado y quemado junto con el diácono Hermes en la actual Edirne, Turquía, por no obedecer la orden del prefecto de cerrar la iglesia y entregarle los vasos y libros sagrados.
San Juan de Capistrano, presbítero (†1456 Ilok – Croacia). San Teodoreto de Antioquía, presbítero y mártir (†c. 362). Asesinado por orden de Julián el Apóstata, por rehusar renegar de la fe.
San Antonio María Claret, obispo (†1870 Fontfroide – Francia). Beato José Baldo, presbítero (†1915). Fundó la Congregación de las Pequeñas Hijas de San José.
XXX Domingo del Tiempo Ordinario. San Frutos, eremita (†c. 715). Distribuyó sus bienes entre los pobres y pasó a llevar vida eremítica junto a una escarpada montaña cerca de Segovia, España.
Beata Celina Chludzindska Borzecka, religiosa (†1913). Fundó en Roma la Congregación de las Hermanas de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
San Oterano, monje (†s. VI). Uno de los primeros discípulos de San Columba en la abadía de Iona, Escocia.
Santos Simón y Judas Tadeo, apóstoles. San Germán, abad (†s. XI). Fundó y dirigió el cenobio de Talloires, en Annecy, Francia.
San Abrahán, anacoreta (†366). Nacido en el seno de una rica familia de la antigua ciudad de Edesa, Siria, se hizo eremita en una estrecha celda. El obispo lo ordenó sacerdote y lo envió a evangelizar la región, pero enseguida volvió a la vida de anacoreta.
Santa Eutropia, mártir (†c. s. III). Sufrió crueles tormentos en Alejandría, Egipto, por no renegar de Cristo.
San Alonso Rodríguez, religioso (†1617). Ejerció durante muchos años la función de portero en el colegio jesuita de Palma de Mallorca, España.
Gracias,por tan hermoso regalo,de poder conocer mas de la vida de los Santos,de fomentar el amor por nuestra Santa iglesia,por nuestro Señor y nuestra Santísima Madre.Bendiciones.
Gracias,por tan hermoso regalo,de poder conocer mas de la vida de los Santos,de fomentar el amor por nuestra Santa iglesia,por nuestro Señor y nuestra Santísima Madre.Bendiciones.