«¡Mira, Margaret!». Desde una ventana enrejada de la Torre de Londres, sir Tomás Moro llamaba a su hija para que contemplara la escena: cinco sacerdotes...
Nunca en la historia ha habido abogado más hábil que Nuestro Señor Jesucristo. De entre las afirmaciones pronunciadas por el divino Maestro, algunas parecen...